Una oportunidad única para la historia del club
El Bilbao Basket está a un paso de grabar su nombre en el baloncesto europeo. El colchón de siete puntos de ventaja logrado en Miribilla frente al PAOK es valioso, pero no definitivo. Este miércoles en Salónica, el equipo dirigido por Jaume Ponsarnau se juega el primer título internacional de su historia, coincidiendo con su 25º aniversario. Una fecha para soñar en grande.
Más allá de lo táctico, este duelo apela al corazón. Bilbao mezcla juventud valiente y experiencia curtida. Han ganado con fuerza, han resistido con coraje y ahora quieren coronar el camino con gloria. Planteles con más nombre y presupuesto se quedaron en la orilla, pero este grupo ha llegado hasta el final por méritos propios.

Determinación, acierto y épica para completar la gesta
El partido de ida dejó claro que el PAOK es un rival rocoso, incómodo y con un estilo muy físico. En ese contexto, Bilbao Basket necesitará lo mejor de sí mismo: defensa férrea, acierto exterior y nervios de acero. Jugadores como Melwin Pantzar y Thijs De Ridder dieron un paso al frente en la ida, pero ahora se espera el liderazgo de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman, Zoran Dragic o Marvin Jones.
La presión del Palataki será máxima. El PAOK, que ya mostró su peligrosidad en Miribilla, no perdonará errores. Es probable que mejoren su efectividad en el triple, donde fallaron estrepitosamente hace una semana. Por eso, el equipo bilbaíno deberá cuidar cada posesión, exprimir cada rebote y no dar un centímetro sin luchar.
Bilbao quiere hacer historia. No hay margen para el miedo. Solo cabe la ilusión, la concentración y el hambre de victoria. Porque no todos los días se juega una final europea. Porque no todos los días se tiene la oportunidad de tocar el cielo.
Hoy puede ser el día. Hoy Bilbao puede tener su sitio en el Olimpo del baloncesto europeo.