Carlos Sainz ha llegado a Williams con la esperanza de transformar a la escudería británica en un equipo competitivo. Aunque su discurso es prudente, el rendimiento del FW47 y las mejoras técnicas han generado expectativas sobre su verdadero potencial
El aterrizaje de Carlos Sainz en Williams no solo ha sido un movimiento estratégico, sino un síntoma del crecimiento de la escudería británica. Aunque el discurso oficial es de cautela, las señales en el paddock indican que el FW47 podría estar rindiendo por encima de las expectativas iniciales. El Gran Premio de Australia dejó más preguntas que respuestas debido a las condiciones climáticas adversas, pero el ritmo del equipo sugiere que la temporada podría deparar sorpresas.
A pesar de su abandono en Melbourne, Sainz mostró su compromiso absoluto con el equipo. Su presencia en el muro, analizando datos y colaborando en las decisiones estratégicas de su compañero Alex Albon, refleja el nivel de implicación que busca Williams en su proyecto. La confianza en el potencial del monoplaza es evidente, aunque no lo expresen abiertamente.

La evolución de Williams y el potencial oculto del FW47
Las primeras carreras han mostrado un Williams más sólido de lo esperado. El quinto puesto de Albon en Australia no fue casualidad, sino el resultado de un monoplaza que ha evolucionado notablemente en aspectos clave como la aerodinámica y la estabilidad en curva. Aunque el equipo británico mantiene un perfil bajo, en el paddock se empieza a percibir que su trabajo en la pretemporada ha dado frutos.
James Vowles, jefe de la escudería, no oculta que han dado un salto de calidad. “Hace un año nuestra lucha era sobrevivir y ahora estamos cerca del top 5. No es nuestro sitio definitivo, pero si se presenta la oportunidad, la aprovecharemos”. Este enfoque ambicioso, sumado a las mejoras constantes en el FW47, hace pensar que Williams está más cerca de los podios de lo que parece.
¿Puede Williams luchar por la victoria?
Además, el FW47 ha sorprendido con innovaciones aerodinámicas que fueron discretamente ocultadas durante la pretemporada. Su alerón trasero ha sido uno de los elementos más comentados, pero hay ajustes menos visibles que han mejorado la eficiencia del coche. Williams sabe que cada detalle cuenta y ha apostado por la evolución constante antes que por promesas vacías. Carlos Sainz, con su experiencia en equipos punteros, es un factor clave en este proceso.
Pensar en un triunfo inmediato para Williams podría parecer exagerado, pero no imposible. Juan Pablo Montoya, expiloto de la escudería, lo tiene claro. “Williams está siguiendo la misma línea de trabajo que McLaren. Si siguen así, en pocos años estarán peleando por títulos”. Con el liderazgo de Vowles y un coche en evolución, Williams podría sorprender antes de lo esperado. Si las condiciones lo permiten, una victoria inesperada no es un sueño inalcanzable, sino una posibilidad cada vez más real.