Un desafío extremo tras su lesión de espalda en Indian Wells
Después de perderse Indian Wells por problemas en la espalda, Paula Badosa vuelve a la acción en el Masters 1000 de Miami. Sin embargo, su regreso no será nada sencillo, ya que el sorteo no ha sido benévolo con la española. Ubicada como décima cabeza de serie, Badosa debutará en segunda ronda, donde se enfrentará a la ganadora del duelo entre María Camila Osorio y Victoria Mboko.
Aunque el primer partido puede parecer asequible, la verdadera dificultad comenzará en las siguientes rondas. Con rivales de primer nivel esperándola en su camino, la tenista catalana tendrá que desplegar su mejor versión desde el inicio si quiere avanzar en un torneo donde no parte como favorita.
Un camino lleno de obstáculos hacia la gloria
Si supera su primer encuentro, Badosa podría verse las caras en tercera ronda con Clara Tauson, una de las jóvenes promesas del circuito, que viene en gran estado de forma tras su reciente final en Dubái.
Pero el reto no se detiene ahí. En octavos de final, el posible cruce con Madison Keys es un auténtico quebradero de cabeza. La estadounidense, flamante campeona del Open de Australia, ha demostrado ser una jugadora letal en superficies rápidas y será un examen durísimo para la española.
En cuartos de final, las opciones no son mejores. Su camino podría llevarla a un enfrentamiento contra Jessica Pegula o Mirra Andreeva, ambas rivales temibles. Pegula ha sido una verdadera pesadilla para Badosa en los últimos torneos, mientras que Andreeva sorprendió a todas con su victoria en Indian Wells, consolidándose como una de las jugadoras más prometedoras del circuito.
Si lograse llegar a semifinales, el reto sería aún mayor. Iga Swiatek, número uno del mundo, se perfila como la gran amenaza antes de una hipotética final, en la que también podría cruzarse con Aryna Sabalenka.

Un regreso lleno de incógnitas
Las dudas sobre el estado físico de Paula Badosa siguen presentes. Tras semanas de recuperación, llega sin ritmo competitivo y con un cuadro extremadamente exigente que pondrá a prueba su resistencia.
El Masters 1000 de Miami será el escenario perfecto para medir su nivel actual. Si logra superar este desafío, confirmará que sigue siendo una de las grandes amenazas en el circuito.