La tenista catalana cancela su participación en Charleston y deja en el aire su presencia en Roland Garros
Paula Badosa vuelve a vivir una pesadilla que parecía haber dejado atrás. La lesión crónica de espalda que la persigue desde hace meses ha reaparecido con fuerza, interrumpiendo una temporada 2025 que había empezado con ilusiones renovadas. Su retirada del Miami Open esta semana fue solo el principio: la catalana ha confirmado que no podrá estar tampoco en el WTA 500 de Charleston, ni en los torneos que tenía previstos a continuación.
“Me tuve que retirar de Miami y de los siguientes torneos. Es muy duro tener que lidiar con las molestias y parar, y tener que volver al nivel más alto cada vez”, escribió Badosa en sus redes sociales, visiblemente afectada por un nuevo paso atrás en su intento por recuperar su mejor versión. La organización del Charleston Open también hizo oficial su ausencia con un mensaje de apoyo que deja entrever la gravedad de la situación: “Esperamos verla pronto en acción”.
Un déjà vu que preocupa: ¿vuelve el fantasma de la retirada?
La historia se repite. Después de un brillante arranque de temporada, alcanzando las semifinales del Open de Australia, Badosa parecía lista para pelear por regresar al top-10 mundial y luchar por las WTA Finals. Sin embargo, las señales de alarma comenzaron a sonar con su ausencia en Indian Wells, donde fue campeona en 2021, y se confirmaron con su abandono en Miami antes del duelo ante Alexandra Eala.
A sus 27 años, Badosa convive con una dolencia que le ha impedido tener continuidad desde el año pasado. Ya en 2023 estuvo a punto de decir adiós al tenis profesional: “Estuve muy cerca de retirarme”, confesó en una entrevista reciente. “Fue muy duro. Recordarlo todavía me duele”.
El gran problema no es solo físico, sino también emocional. La presión de competir al más alto nivel, combinada con la frustración de las lesiones recurrentes, puede convertirse en un cóctel peligroso. Por eso, en esta ocasión, la jugadora ha decidido no fijarse una fecha de vuelta. “Ahora toca volver a pasar por el proceso de recuperación otra vez”, escribió, asumiendo que necesitará tiempo y paciencia.

Roland Garros y Roma, en duda
Los próximos grandes objetivos de Paula eran los torneos de Roma y especialmente Roland Garros, donde aspiraba a llegar al 100%. Ahora, su participación en ambos está en el aire. Si no percibe una mejoría clara en su estado físico, no dudará en volver a parar.
En el entorno del circuito WTA, la preocupación es palpable. Una de las jugadoras más carismáticas y competitivas del tenis femenino se encuentra de nuevo en una encrucijada. La misma espalda que ya le impidió jugar en la gira americana en 2023 amenaza con dejarla fuera de juego en la parte más exigente del calendario sobre tierra batida.
Desde su entorno insisten en que el objetivo es “volver bien, no rápido”. Pero el margen se acorta: la temporada avanza y las oportunidades se reducen. Si quiere mantenerse entre las mejores, Badosa deberá lograr algo aún más difícil que ganar un torneo: domar sus dolores, físicos y mentales, para seguir creyendo en sí misma.