Para el entrenador hay muchas conclusiones positivas dejadas por la eliminación
Cuesta creer que existan versiones amenas en el interno del FC Barcelona luego de ser arrebatados en su ilusión de conquistar un nuevo título. Pero así ha sido, y hoy ven con ojo de esperanza el hecho de conducir los caminos a las únicas vías trasadas al comienzo de la temporada, LaLiga, y la siempre admirable UEFA Champions League.
La derrota de ayer en los últimos en el nuevo San Mamés ha sido simplemente anecdótica. Se ha jugado bien, y eso a lo largo parece ser lo único que hasta acá les importa. Recuperar el estilo es el trabajo más complejo que tiene Quique Setién y él parece entenderlo. Por eso tras el juego sus palabras fueron contrastadas.
A esa premisa le ha salido al corte un protagonista de mucho peso en el grupo, Gerard Piqué. El experimentado defensor central afirma que dentro de todo no es malo haber quedado afuera, y que ahora el FC Barcelona tiene todo despejado para centrarse en sus dos objetivos. La plantilla corta no es que ayude mucho, y las tres fieras de arriba necesitarán descanso sí o sí.
En el juego fueron superiores al rival, le atacaron, tuvieron la pelota y se vieron renacer conceptos que parecían olvidados. La presión tan pronto se pierde la pelota hace ilusionar a los aficionados con ver el asomo de un equipo al estilo Guardiola, guardando las proporciones. El hecho es que ahora más que nunca la cohesión debe ser constante, pues se vienen los juegos de verdad.
Una señal inequívoca de que esto pudo haber sido el camino elegido por todos en el interno del cuadro blaugrana. No se puede llegar a la definición de todos los torneos con una plantilla de apenas 16 activos. Drástica determinación y solo el tiempo lo dirá, acertar está dentro de sus posibilidades, pero perder también y en eso son conscientes.