Las sensaciones han acabado mostrándose no tan favorables ante la urgencia de los culés y la exigencia económica de los británicos
Muchas personas del ala política en el FC Barcelona estaban siendo muy enfáticas en la posibilidad de contratación de Ferrán Torres. Tema que desde luego ha adquirido mucha fuerza debido al sentir del fútbol expresado por el extremo con pasado en el Valencia CF, y que está siendo administrado en este instante por el ex caudillo culé, Pep Guardiola.
No obstante, esta situación parece haberse salido de control ante las últimas temáticas recurrentes por parte del gestor del proyecto citizen. En una entrevista reciente ha dicho que a su club le exigen valores elevadísimos por cada jugador en el que se interesan, por tanto la salida de sus activos conlleva a negociaciones independiente que sea el equipo que lleva en su corazón.
Con este freno de emergencia puesto por Guardiola, el paso de Ferrán toma otro tinte para el FC Barcelona
El nacido en Sampedor no le tiene en cuenta, pero tampoco está dispuesto a soltarlo en un momento que él considera relevante. Va a dar comienzo a las rotaciones, ahora que se vienen los cruces determinantes entre las tres competencias internas y la UEFA Champions League. De manera que limita el margen de acción de los culés, y les envía un mensaje contundente.
Por ahora la exigencia económica se eleva a los 70 millones de euros, un valor que se sabe, no va a poder ser abonado. A lo mucho que pueden estirar su presupuesto es en torno a los 50 kilos, y eso contando con al menos tres salidas que están siendo negociadas este mercado de invierno. Esas son: Samuel Umtiti, Philippe Coutinho y Martin Braithwaite.
Mucho tiene que ver la posición personal del jugador y el proyecto Xavi
Sin embargo, a todo esto le nace una luz de esperanza. La misma está siendo protagonizada por Ferrán, que entiende que necesita tener minutos en campo para ganarse un lugar en el Mundial de Qatar en 2022. Por eso ha pedido le den salida, y ve al FC Barcelona como el mejor sitio para llevar a cabo esa idea. Le gusta el entorno, se identifica y sobresale el apego a la idea de Xavi.
Sabe que bajo la dirección técnica de este entrenador el nivel grupal se va a elevar, y tiene plena confianza en las individualidades que allí conviven. Si se conjugan estos dos hechos podrían consumar un equipo solvente, confiable y ganador. De manera que está toda la carne puesta en el asador, a la espera de una respuesta positiva desde la isla. Todo sigue pendiente.
