Un calendario que complica las cosas para los azulgranas para descansar
El FC Barcelona afronta los cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund con una dificultad añadida que llega directamente desde los despachos de la UEFA. La organización ha decidido programar los encuentros de ida de manera que el Barça contará con 24 horas menos de descanso que su máximo rival en Liga y en Europa, el Real Madrid, algo que puede condicionar la preparación física y táctica de un momento clave de la temporada.
Mientras que el Real Madrid jugará su partido de ida el martes 8 de abril, el Barcelona lo hará un día más tarde, el miércoles 9. Este desfase de un día podría parecer anecdótico, pero a estas alturas del curso, con el desgaste acumulado y las exigencias físicas de la competición, cada hora adicional para recuperar efectivos es oro puro para los equipos.
Flick deberá gestionar un desgaste extra en una fase crítica
Hansi Flick, técnico azulgrana, se encuentra ante un reto inesperado que le obligará a medir al detalle la carga de minutos de sus jugadores. Con bajas recurrentes a lo largo del curso, el entrenador alemán tendrá que aprovechar al máximo el poco margen que tendrá entre encuentros para recuperar a piezas clave y planificar la eliminatoria con acierto. El Barça, que se juega buena parte de su temporada en las próximas semanas, podría verse especialmente afectado por esta decisión de la UEFA.
El Dortmund, rival complicado que llega al duelo con menos presión, puede beneficiarse indirectamente de esta circunstancia. Los alemanes, expertos en sacar partido al ritmo alto y al desgaste rival, intentarán aprovechar cualquier signo de fatiga en los azulgranas.
Aun así, en Can Barça nadie quiere excusas. El equipo, consciente de lo que está en juego, deberá dar un paso al frente y afrontar esta situación con la máxima concentración. La desventaja del calendario no debe convertirse en una excusa, sino en una motivación adicional para demostrar carácter y calidad en Europa.
Con el calendario en contra, el Barça tiene una prueba extra antes de medirse al Dortmund. La UEFA ya ha puesto a prueba la capacidad de reacción y resistencia del equipo azulgrana. Ahora es el turno de Flick y sus jugadores, que deberán superar obstáculos externos e internos si quieren volver a soñar con las semifinales de la Champions League.
