Haberlos dejado por fuera de su debut le ha costado el señalamiento de los dos hombres en cuestión
El debut de Quique Setién en el banquillo del FC Barcelona ha sido por lejos una de las noticias más impactantes del comienzo de año. Y en ese orden de relevancia, ha traído mucha información de por medio, información que para algunos sectores de la opinión pública ha sido bastante compleja de digerir. Expectación al nivel de Guardiola.
Dentro de eso está el hecho de haber tocado de inmediato el 11 titular, su esquema y de haber hecho regresar con pocas sesiones de entrenamiento, la alegría y el toque progresivo de un FC Barcelona armado para ello. Pero nada más referirse a eso que las reacciones se han hecho sentir, y en eso dos cracks han sido determinantes: Nélson Semedo y Clément Lenglet.
Para el primero quizás la situación no sea tan ajena, pero debido a su estilo de juego y compenetración de los ideales del entrenador cántabro esperaba tener una chance más concreta. Pues bien, no ha sido así, y ha tenido una vez más que vivir el juego desde su sitio de estadía más habitual, el banquillo de los suplentes.
Semedo viene experimentando su peor temporada de su carrera, con múltiples falencias defensivas detectadas y vacíos en ataque que desde Valverde le ha tenido que hacer ver el fútbol y su presente de otra manera. Sergi Roberto fue el titular, más allá de que no es su posición habitual y de que viene atravesando una situación complicada desde el punto de vista familiar.
Umtiti fundamental en el triunfo sobre Granada
El segundo caso tiene que ver con la titularidad de Umtiti por encima de Lenglet, el habitual y apuntado a ser de la partida en los choques de Champions y Liga de la siguiente semana. El rumor más fuerte es que le ha decidido cuidar para el choque contra Valencia por el tema de las tarjetas, pero al interior se rumorea mucho con algo apegado a los gustos.
Setién es un enamorado de las características de Samuel, el titular en la selección de la Francia campeona del mundo. Es más rápido, suele ir bien en el juego aéreo, y tiene ese toque de liderazgo a una edad muy temprana. De hecho ha frenado su salida, y ahora más que nunca podría volver a la senda del protagonismo. Lenglet le ha clavado los ojos al entrenador, y ya ha armado rebelión de por medio.
Piqué ha sido de los primeros en detectarlo, incluso lo ha dejado ver en la interna con los otros referentes. A estos dos jugadores no les hace gracia la gestión Setién que recién comienza. Pero punto y aparte el desempeño del equipo fue bueno, la gente empieza a ver con agrado su manejo y hasta ha pasado el examen con creces. La cosa pinta bien en líneas generales.
