🔥 Polémica arbitral en Son Moix regala la victoria al Mallorca en el último suspiro (2-1)
El RCD Espanyol salió indignado del estadio de Son Moix tras una actuación arbitral que despertó todas las sospechas. Los de Manolo González tenían el partido bajo control, con Joan García erigido como protagonista tras detener dos penaltis, pero varias decisiones incomprensibles del árbitro Alejandro Quintero González y del VAR acabaron favoreciendo al RCD Mallorca, que remontó en medio de la polémica.
⚽ Inicio prometedor y dominio perico
El encuentro comenzó con un Mallorca muy intenso, buscando sorprender a un Espanyol pragmático y bien ordenado atrás. El peligro local venía principalmente de las botas de Takuma Asano, aunque sus intentos no prosperaron ante la sólida defensa visitante y especialmente frente a Joan García, quien una vez más demostró por qué es uno de los guardametas más destacados de LaLiga EA Sports.
Pese al dominio territorial bermellón, la ocasión más clara del primer acto fue para el conjunto perico, con un remate de Edu Expósito. El descanso llegó con tablas, aunque con cierta polémica por un posible penalti sobre Vedat Muriqi que el árbitro ignoró.

⚡ Caos arbitral y remontada inexplicable
La segunda parte trajo consigo un festival de polémicas arbitrales. En el minuto 53, un saque de esquina lanzado por Edu Expósito acabó con gol en propia puerta de Muriqi, poniendo al Espanyol por delante sin haber tirado siquiera a puerta (0-1).
Poco después, llegó la primera decisión discutible: un penalti claro cometido por Omar El Hilali sobre Antonio Raíllo. De nuevo apareció Joan García, que paró el lanzamiento de Muriqi, convirtiéndose en el héroe momentáneo de los pericos.
La indignación creció aún más cuando Jofre Carreras cayó en el área contraria por un claro contacto, pero esta vez el VAR decidió no intervenir. Para colmo, el Mallorca aprovechó el desconcierto visitante para empatar por medio de Asano, asistido por un excelente pase de Sergi Darder (1-1).
Pero la polémica definitiva llegó en el último tramo. Un penalti señalado por mano de Kumbulla, inicialmente confirmado por el árbitro, terminó anulado tras una eterna revisión del VAR. Esta decisión dejó atónito al equipo blanquiazul, que terminó viendo cómo un partido que tenía controlado se escapaba de manera injusta.
La derrota final (2-1) dejó al Espanyol frustrado y con la sensación de haber sido víctima de decisiones arbitrales inexplicables. La polémica está servida y promete seguir dando que hablar durante los próximos días.