Todo referente al fichaje del mediocampista va corriendo por el camino correcto según anuncian varios emisarios informativos del club andaluz
En el Sevilla ha llegado la gran oportunidad de cerrar la que puede ser quizás la gran venta del mercado, la de Lucas Ocampos, la misma que podría enviar a Pablo Sarabia directo a sus filas. Y es que al parecer el extremo argentino podría partir a la Premier League para ponerse a órdenes de Jürgen Klopp en el Liverpool.
Recientemente los ‘reds’ han hecho un ofrecimiento por el ex del Mónaco que cubre perfectamente las necesidades del cuadro hispalense, en una operación que se extendería hasta los 60 kilos. Con ese dinero, más el deseo de todos los implicados atacarían a Sarabia, que se ha cansado de dar señales de partida desde el PSG. Un movimiento que trae beneficios, y que no disminuye para nada la cuota de talento.
La llegada de Sarabia al Sevilla depende única y exclusivamente de la venta de Ocampos a Inglaterra
El margen económico en estos instantes en Sevilla es limitado, eso se pudo ver al momento de hacer sus acercamientos este verano, y tazando en la cantidad y calidad de los fichajes cerrados a día de hoy. Tema que puede mejorar si se concreta esta posibilidad, ya que el Liverpool ha hecho su última y mejor oferta basada en una exigencia de su cuerpo técnico.
Hasta acá la sensación es evidentemente favorable, y teniendo en cuenta que Sarabia está por la vía de aligerar su salida, es que han basado todo y han inclinado la balanza. Sarabia no tiene chance alguna de jugar este curso, con tanta competencia y de tan alta calidad tendrá que conformarse con suplencias, o quizás actuaciones en competiciones terciarias. Hecho que le ha motivado a dar salida, y a emprender una nueva historia en su vida profesional.
El costo de Sarabia equilibra los pasivos con los activos del club
Si se parte de la idea que Liverpool va a depositar 60 millones de euros, el tema va tomando forma. Eso porque el coste de Sarabia y su salida es de 20 millones de euros, a lo que habrá que sumarle una ficha que en la actualidad se acerca a los 4 por temporada. Pero no es una mala decisión, ni nada por el estilo, al tratarse de un mediocampista que puede jugar en dos vías de ubicación y de aptitud.
Puede partir en la primera línea de mediocampistas, y se puede sumar a un extremo. Aprovechando su calidad técnica, su gran visión de juego y el remate que tiene de media distancia. Un salto de calidad para los de Lopetegui que recientemente han quedado sembrados en el grupo G de la Champions junto al Lille, el Salzburgo y el Wolfsburgo.
