Kevin Durant y Anthony Edwards estuvieron cerca de formar una dupla que habría sacudido la NBA. Los Minnesota Timberwolves intentaron fichar a la estrella de los Phoenix Suns para unirla con su joven figura y amigo, Anthony Edwards
Minnesota quiso sacudir la NBA. Los Timberwolves se lanzaron con fuerza para fichar a Kevin Durant y unirlo con Anthony Edwards, una joven estrella en ascenso. La idea de juntar a estas dos figuras no era solo ambiciosa, sino una declaración de intenciones para competir al más alto nivel. Ambos jugadores tienen una gran relación fuera de la cancha, lo que prometía una conexión especial en el juego. El movimiento, reportado por Jake Fischer, se cocinó durante los últimos días antes del cierre de traspasos el 6 de febrero.
La directiva de Minnesota realizó numerosas llamadas a equipos rivales para intentar cuadrar las finanzas y absorber el salario de Durant, que alcanza los 51,2 millones de dólares esta temporada. El plan era esquivar la segunda barrera del impuesto de lujo de la NBA para hacer espacio a uno de los mejores anotadores de la historia. Contar con Durant junto a Edwards habría sido un golpe de autoridad en la Conferencia Oeste. Sin embargo, el tiempo jugaba en contra y las piezas no encajaron a tiempo.
Phoenix Suns mantuvo a Durant pese a las ofertas mientras Golden State intentaba recuperarlo
Los Phoenix Suns, firmes en su proyecto actual, optaron por retener a Durant. La franquicia no quiso sacrificar a su estrella para reforzar a un competidor directo. Durant, que aún tiene garantizados 54,7 millones de dólares la próxima temporada, representa una piedra angular en las aspiraciones de Phoenix. Dejarlo marchar a Minnesota habría sido un riesgo que la gerencia no quiso correr.
En paralelo, los Golden State Warriors tantearon la posibilidad de repatriar a Durant. Las negociaciones con los Suns parecían avanzar, pero la voluntad del jugador fue determinante. Durant dejó claro que no tenía interés en volver a la Bahía, pese a los años gloriosos que vivió allí. La posibilidad de ver a KD nuevamente con la camiseta de Golden State quedó descartada antes de que la conversación tomara forma.
Durant explicó su decisión de seguir en Phoenix y cerró la puerta a un cambio a mitad de temporada
El propio Durant despejó dudas sobre su decisión en una entrevista con Malika Andrews de ESPN. Aseguró que su negativa a ser traspasado no estaba relacionada con temas personales ni con antiguos compañeros como Draymond Green. Simplemente, no quería mudarse a mitad de curso. El deseo de estabilidad pesó más que cualquier tentación competitiva.
“Quiero ver de lo que somos capaces en Phoenix esta temporada”, confesó. La apuesta de Durant es seguir construyendo con su actual equipo y luchar por el campeonato desde Arizona. Minnesota, pese al intento, deberá buscar otras alternativas. La NBA, mientras tanto, seguirá observando cómo evoluciona este capítulo lleno de intrigas y movimientos estratégicos.
