El piloto sabe a la perfección que esta temporada tiene un duro reto a superar con su querido hermano
La nueva temporada de MotoGP está apunto de comenzar. Los equipos se preparan para lo que volver a ser un duro coche de trenes entre rivales de un gran nivel, todo ellos dispuestos a destronar a un Marc Márquez que mantiene la fuerza de antaño, y es que este año quiere ganar nuevamente el título de campeón. La temporada, ya de por si, será especial para él por la presencia de su hermano.
Es por ello, que nadie puede dudar del gran esfuerzo que está haciendo Honda a la hora de trabajar en la nueva moto. En el equipo saben a la perfección que Yamaha se está moviendo bien y muy rápido, y es por ello que necesitan recortar tiempo y que todas las nuevas medidas que se ponen a la moto ofrezcan resultados casi inmediatos. Algo que será decisivo.
Aún así, este año Marc Márquez va a tener un reto extra. Dicho reto no es otro que conseguir demostrar que su hermano no será un mero tapón. Los momentos de competir entre ellos serán vistos como épicos, ya que de lo contrario en el paddock volverán las habladurías. Algo que quiere evitar a toda costa el piloto catalán.
Sabe perfectamente que Alex Márquez es otro piloto a superar, uno especialmente bueno, y que correrá también con una Honda a pleno rendimiento. El clan de los Márquez puede dominar esta temporada, aunque como hemos comentado en más de una ocasión, no hay que perder de vista a una Yamaha que viene más fuerte que nunca.
De igual manera, Marc Márquez lo tiene muy claro y sabe que su hermano es, a día de hoy, uno de los principales retos a superar. Hay muchos pilotos que también serán duras pruebas, pero para el catalán luchar con su hermano, ambos con motos competitivas, será la esencia de la temporada, y posiblemente el punto en el que su relación pueda llegar a verse afectada…
