Cansados de la actitud del crack brasileño, en la capital francesa se concentran en un sustituto de garantías
Neymar ha vuelto a dar de qué hablar, y una vez más por su evidente inclinación futura a ser jugador, de nuevo, del FC Barcelona. Cada entrevista, cada toma de contacto, o cada intervención de su equipo de trabajo así lo deja ver, por lo que desde el PSG se han tenido que ver involucrados en la toma de decisiones que tiene como fin ubicar en el mercado un remplazo del mismo tamaño.
De hecho lo han encontrado y este llegaría desde Inglaterra. Se trata de Willian, el extremo derecho del Chelsea que esta temporada termina su contrato y podría arribar sin costo. Por condiciones técnico tácticas es el sustituto ideal para cumplir esa función, además de ser un jugador adaptable, que desde el vamos no tiraría de los camiones presentándose como un problema para su entrenador.
La solución no es más que un parche para los directivos del campeón galo
Sin embargo, el nombre de Willian a pesar de asomarse como un gran impacto, no es precisamente un proyecto consolidado. A sus 32 años casi, el excelente extremo de origen brasileño está asomando sus últimas de cambio en una carrera exitosa. Le queda poca gasolina para rendir al máximo nivel y esta debe ser una de las consideraciones mayores en este momento.
Desde Parque de los Príncipes están convencidos que este movimiento les haría ganar tiempo valioso, para reunir los fondos necesarios y después atacar con mayor decisión en el futuro. El ataque buscan sea potestad de Mbappé, al que decididamente buscan mantener en la plantilla desde que esté en sus alcances.
Messi sigue estando en el ojo del huracán con el tema Neymar
Pero el capitán, líder e insignia del FC Barcelona, Leo Messi sigue atacando desde su holgada posición por el hecho de llevar acabo la operación. Quiere a como dé lugar a Neymar en sus filas, para volver a reeditar el tridente de ataque que tenía conformado junto al crack de Brasil y a Luis Suárez. Aunque eso demande ciertos compromisos de tipo económico que por ahora se ven bastante alejados de la posibilidad.
Convencer a Nasser Al-Khelaifi de tomar cualquier tipo de decisión es la piedra en el zapato, más que nada por las aspiraciones económicas que con todo y restricciones directivas, se centran bajo la lupa de los 180 millones. Para eso primero deberán salir de ciertos jugadores, que hasta aquí no han logrado acaparar la atención de ningún club dispuesto a pagarlos.
