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Encierro en la sede de Inditex en Arteixo

Primera noche de protesta en la sede de Inditex

En el suelo, sin información y con los escasos snacks que quedan en las máquinas expendedoras. Así ha transcurrido la primera noche de encierro de las delegadas de tienda de la provincia de La Coruña de todo el grupo Inditex, el imperio textil presidido por Marta Ortega.

A pesar de no ser el primer encierro llevado a cabo por su fuerza laboral –anteriormente lo hizo su personal de logística–, sí es la primera vez en la historia del imperio textil que un grupo de trabajadoras, en su mayoría mujeres, pasa la noche en la sede mundial de Inditex, en Arteixo.

“Estar aquí encerradas, siendo Inditex la empresa que es, y que el trato que nos están dando es de traca”, denuncia la líder del movimiento, Carmiña Naveiro, dependienta y presidenta del comité de Zara en La Coruña.

Restricciones y demandas

Las trabajadoras del grupo apuntan que los miembros de seguridad de la compañía han recibido órdenes de no permitir que nadie les lleve comida. “Estamos con lo puesto, solo tenemos la comida que queda en las máquinas expendedoras y algo de batería de los móviles porque nos han cortado la luz”, explica Naveiro.

El objetivo del encierro es permanecer en las instalaciones hasta que la empresa acuerde negociar una fecha concreta para retomar las reuniones de la mesa de negociación. Las trabajadoras, pertenecientes a la CIG, el sindicato mayoritario del grupo, exigen a la multinacional que cumpla su compromiso y reabra las negociaciones provinciales para abordar temas laborales y mejoras sociales que están pendientes.

A este movimiento se suma la convocatoria de huelga en todas las tiendas del grupo en la provincia el próximo 27 de junio, coincidiendo con el inicio de las rebajas, según avanzó Business Insider España. Las delegadas representan a más del 70% de los empleados de la provincia, que abarca a 1.400 trabajadores y más de 40 tiendas.

Falta de comunicación y próximas acciones

Las trabajadoras critican la política de Inditex de distanciamiento y centralización de las relaciones laborales en Madrid, insistiendo en una negociación estatal que no concede nada a provincias como La Coruña, a pesar de que la compañía sí se comprometió a valorarlo.

Hasta el momento, el grupo no se ha comunicado con ellas. Tampoco lo ha hecho el departamento de Recursos Humanos. El único mensaje que recibieron fue el viernes a media mañana, desde el departamento jurídico: “Que paséis un buen fin de semana”.

Las trabajadoras llevan meses encabezando movilizaciones particulares. Al grito de “Menos Rosalía, más comida cada día” —en referencia a la reciente visita de la cantante a las oficinas centrales de Inditex— comenzó el primer domingo de abril una manifestación de las dependientas de todas las cadenas del grupo en Galicia para mejorar sus condiciones laborales. Esta movilización se produjo tras los “infructuosos” encuentros entre los sindicatos y la patronal para articular una mejora laboral centrada en el plus de antigüedad y una posible reducción de la jornada anual para trabajadores mayores de 55 años.

Las trabajadoras, conocidas internamente como “las niñas”, ya lograron hace algo más de un año, también desde La Coruña, empujar un acuerdo estatal relacionado con el salario mínimo Inditex tras meses de movilizaciones que culminaron en la primera huelga masiva de la historia del grupo. “El desprecio es latente, pero seguimos y seguiremos”, anticipan las trabajadoras de La Coruña, corazón de la multinacional.

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