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La UE da largas a Sánchez con las lenguas cooficiales

La postura europea sobre las lenguas cooficiales españolas genera expectación

Las lenguas cooficiales de España, el catalán, el gallego y el euskera, han sido un tema de relevante discusión en el escenario europeo. A pesar de las expectativas, el Consejo de Asuntos Generales en Bruselas ha decidido aplazar la decisión, evidenciando dudas y requerimientos adicionales antes de llegar a un veredicto final.

La oficialidad de estas lenguas en la Unión Europea se encuentra, por el momento, en suspenso. Aunque no hay un rechazo explícito, la deliberación demandará más tiempo del previsto, desafiando las afirmaciones previas del Gobierno en funciones de España sobre el progreso de las conversaciones.

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Los 27 aplazan su decisión sobre las lenguas cooficiales de España hasta tener un dictamen jurídico y una estimación de costes

La priorización del catalán y la posición de otros países miembros

El catalán ha sido el principal foco de atención en este debate, dada su extensa cantidad de hablantes que, según el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, supera los 10 millones. Esta cifra posiciona al catalán entre los 15 idiomas más hablados en la Unión. Sin embargo, países como Finlandia se muestran cautelosos ante la posibilidad de oficializar tres idiomas simultáneamente, considerando prudente dilatar la decisión.

En el entorno político español, la cuestión lingüística no es menor. El compromiso de abordar el debate en la UE es una presión ejercida por Junts hacia el Gobierno español. España defiende su postura basándose en el artículo 55.2 del Tratado de la UE, pero la claridad de esta estrategia es cuestionada por algunos miembros.

Implicaciones políticas y medidas alternativas en el Parlamento Europeo

Si el Consejo no logra unanimidad, existe una alternativa en el Parlamento Europeo. Anteriormente, se propuso que estas lenguas fueran de uso en la Eurocámara, una iniciativa que ya se exploró en 2005. Si bien este precedente no culminó en un acuerdo, marcó un avance al permitir la comunicación en gallego, catalán y euskera hacia los ciudadanos por parte de las instituciones europeas.

El escenario actual presenta un desafío para el actual presidente Pedro Sánchez, quien ha priorizado este tema en su agenda política. No obstante, la conclusión es clara: la posible oficialidad de las lenguas cooficiales en la UE requerirá paciencia y deliberación detallada.